Esclarecidos (Facebook)
Para cualquier persona que atraviese por una crisis existencial o emocional, escuchar un "es que no quiero cambiar, no puedo. No quiero ser otro caramelo", le puede retumbar en la cabeza no solo un instante, sino en todo momento.
Eso me pasó cuando conocí a Esclarecidos. El mundo se me derrumbó y No quiero vino a hacerme mella. ¿Quién era esa chica que, al igual que yo, no deseaba ser una frase más?
La voz tan peculiar pertenece a Cristina Lliso quien formó la banda en conjunto con Alfonso Pérez, Nacho Lliso, Suso Saiz y Coyán Manzano. Esto fue en Madrid, en 1982.
Se le considera una de las agrupaciones de culto pertenecientes a la Movida Española, corriente contracultural en la que conocimos a grupos magníficos como Mecano, Radio Futura, Nacha Pop o Alaska y los Pegamoides.
Sin embargo, la alineación comandada por Lliso no tuvo un camino fácil. Como menciona el diario El País, las ventas de su primer material, Música para convenios colectivos, fueron bajas.
Conforme pasaron los años, se modificó la alineación y, con ella, su estilo. Pasaron del pop a "endulcorar" con jazz y bossa, cerrando su carrera con una mezcla de música electrónica e influencia de David Bowie.
Pese a versos como "no me justifico, yo soy mal cosa... ¡escapa de mí!" o "por amor al comercio voy a cuidar ese dolor", Esclarecidos nunca llegó a vender más de 25 mil discos.
Este récord lo estableció con su álbum Dragón Negro (1994), según refirió Lliso en una entrevista publicada por El País en 1997, año en el que se desintegró la banda.
¿Qué pasó después? Lliso y otros integrantes del grupo formaron el proyector Lliso, con el que aún continúan en la escena musical.
Sin embargo, en los corazones de aquellos que amamos el rock pop, la década de los ochenta y nos hemos sentido como la arponera, Esclarecidos formará parte de nuestra banda sonora.
Un dato curioso: en conjunto con integrantes del grupo Décima Víctima, los Esclarecidos fundaron Grabaciones Accidentales (GASA). Además de ellos, agrupaciones como Duncan Dhu y Los Burros (que se convertirían en El último de la fila) editaron sus álbumes bajo este sello discográfico independiente.
GASA fue adquirida por DRO (Discos Radiactivos Organizados) en 1984. Los discos que se hacían por el conjunto se firmaban con las siglas de ambos.
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