Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2018

Renacer en tiempos de la revolución amorosa

Angie en el Foro Romano, diciembre 2018. En algunas ocasiones, estamos en posición fetal ya sea física o mentalmente. Es la forma más cómoda y segura de acomodarnos, pero hay instantes en los que algo (puede ser que nosotros mismos) nos “pique” las costillas y nos invite a levantarnos y caminar. Eso me pasó en 2018. Inicié el año aún con muchas dudas y llantos. Aún no comprendía que, para amar y ser amada, debía amarme a mi misma. Lo había escuchado infinidad de veces, pero mi duda siempre era cómo llegar a ello. Conocí a Ernesto el 2 de enero. Desde que me vio supo qué ocurría. Creo que mucho de mi avance se lo debo a su guía. Le tengo afecto porque es directo, sin apapachos, tajante y retador; me río mucho con él, pero recibo su palabra como facto. Te impulsa a enfrentarte contigo mismo y a sanar, sobre todo a perdonar, que creo que es el aspecto que más cuesta trabajo. Aceptas, integras y sigues. No creas expectativas. Aprendes a dar amor, a recibirlo y tratar a lo

Siempre nos quedará Roma

Roma de noche es bellísima. Aquí, el Coliseo. Foto: Angélica Ferrer Para alguien de pies chiquitos y sueños muy grandes, la noticia de un viaje de trabajo a Italia significó un gran reto. Era emoción, miedo, ganas de salir corriendo y gritar. Es claro que, este año, las cosas se han puesto en el camino sin pedirlas. Soñé con Italia cuando era niña. Junto con Francia, era uno de los dos países que deseaba conocer. Con los años, mi deseo por España fue mayor y los olvidé. Sin embargo, todo cambió cuando supe que era candidata y, después, elegida para cubrir un evento en la capital italiana. No lo podía creer. El vuelo fue maravilloso. Estar sobre el Océano Atlántico y observar el cielo europeo me causaron llanto. No sé si alguna vez han sentido que, de golpe, rememoran toda su vida, sus esfuerzos, sus problemas, todo, y se dan cuenta de que cada parte, buena y mala, valieron cada segundo porque te llevaron a momentos indelebles como ese. Pisé el aeropuerto 'Leonardo Da V